Si mi apellido fuera Kitô, su escritura en kanji podría ser: , glicinia, o bien , cabeza de oni. Pero mi «Kitô» no tiene nada que ver con esos ideogramas. Nadie lleva ese apellido en mi casa, ni yo, ni mi madre, ni mi hijo. El mío, como el de mi hijo, es Tsuji. El de mi madre es Shimizu: lo recuperó tras divorciarse de mi padre, cuando yo era pequeña.
Si tuviese que escribir mi «Kitô» en kanji, sería , luz de oni, que significa hôzuki