la ilimitada capacidad de compensación, y por tanto de creación, que pueden demostrar cualquier hombre y cualquier mujer, si el destino los enfrenta con el tormento de una tarea que lo exige. Luego, de las formas que el amor es capaz de revestir, si carece de toda esperanza, si alcanza el fondo de la desesperación, sin abandonar, a pesar de todo, su objeto.