Jordan B. Petersone

Cuando la vida se revela de forma súbita como algo intenso, fascinante y cargado de significado, cuando el tiempo pasa y estás tan absorto en lo que haces que ni siquiera te das cuenta, es allí y entonces cuando te encuentras precisamente en la frontera entre el orden y el caos.

Pero la capacidad de control de los humanos es limitada y todos tendemos a la desesperación, a la enfermedad, a la vejez y a la muerte

provocamos todos los momentos nuevos y llenos de cambio en nuestras vidas. Y el caos es libertad; una libertad espantosa, es cierto.

Cuando la vida se revela de forma súbita como algo intenso, fascinante y cargado de significado, cuando el tiempo pasa y estás tan absorto en lo que haces que ni siquiera te das cuenta, es allí y entonces cuando te encuentras precisamente en la frontera entre el orden y el caos.

Cuando la vida se revela de forma súbita como algo intenso, fascinante y cargado de significado, cuando el tiempo pasa y estás tan absorto en lo que haces que ni siquiera te das cuenta, es allí y entonces cuando te encuentras precisamente en la frontera entre el orden y el caos.

Cuando la vida se revela de forma súbita como algo intenso, fascinante y cargado de significado, cuando el tiempo pasa y estás tan absorto en lo que haces que ni siquiera te das cuenta, es allí y entonces cuando te encuentras precisamente en la frontera entre el orden y el caos.

Si soy amigo, familiar o pareja de alguien, entonces tengo la obligación moral de mostrarme tan firme defendiendo las cosas que me importan como se muestra la otra persona. Si no lo hago, terminaré siendo un esclavo, y la otra persona, un tirano.

Si soy amigo, familiar o pareja de alguien, entonces tengo la obligación moral de mostrarme tan firme defendiendo las cosas que me importan como se muestra la otra persona. Si no lo hago, terminaré siendo un esclavo, y la otra persona, un tirano.

Aquí dejo algo en lo que pensar: si tienes un amigo que no le recomendarías a tu hermana, a tu padre o a tu hijo, ¿por qué sigues teniéndolo tú? Puedes decirme: por lealtad.

Aquí dejo algo en lo que pensar: si tienes un amigo que no le recomendarías a tu hermana, a tu padre o a tu hijo, ¿por qué sigues teniéndolo tú? Puedes decirme: por lealtad.