Rebecca Makkai

obsesión por susurrar tal vez provenía de la costumbre de evitar hablar de la enfermedad cuando la persona afectada estaba lo bastante cerca para oírlo. O tal vez quería ocultarle a Charlie su reacción. Podría haber gritado, ¿no? Podría haber tirado abajo la puerta del dormitorio y abrazarlo, o golpearlo, en lugar de quedarse allí sentado pensando en su propio cuerpo, su propia salud, su propio corazón.

Cómo explicarles que esa ciudad era un cementerio? ¿Que todos los días caminaban por calles donde tuvo lugar un holocausto, un asesinato en masa rebosante de negligencia y aversión? ¿Cuándo se enterarían de que, cada vez que atravesaban una bolsa de aire frío, era un fantasma, un chico al que el mundo había escupido?

vez por eso le estaba afectando tanto a él la soledad. No se imaginaba saliendo y seleccionando un nuevo grupo de amigos. Le parecía inconcebible que Nora hubiera vivido otras siete décadas y que hubiera estado tanto tiempo en el mundo sin sus primeros amigos adultos, sus compatriotas.

Durante el resto de mi vida, cada vez que he ido a una galería he pensado en las obras que no colgaban de sus paredes. Los cuadros fantasma,

Te diré lo que no quiero. No quiero que ahora me adoptes a mí, y luego al siguiente que enferme, y al siguiente, y que antes de que te des cuenta te encuentres con cincuenta años y viviendo en una ciudad fantasma rodeada de nuestra ropa vieja y de nuestros libros viejos.

Qué viaje tan horrible el que solo te lleva hacia un futuro aterrador, alejándote cada vez más de lo que te hace feliz.

Pero, cuando alguien ya no está y tú eres el principal guardián de su memoria, dejarlo ir es una especie de asesinato, ¿no? Yo sentía muchísimo amor por él, aunque fuera un amor complicado. ¿Y adónde se supone que va todo ese amor? Ya no podía transformarse y convertirse en indiferencia, puesto que él se había ido. Me vi atrapada en todo ese amor.

Entonces es un juicio sobre nosotros, como si el problema fuera el acto en sí y no la cantidad de veces que lo hiciste.

Entonces es un juicio sobre nosotros, como si el problema fuera el acto en sí y no la cantidad de veces que lo hiciste.

Entonces es un juicio sobre nosotros, como si el problema fuera el acto en sí y no la cantidad de veces que lo hiciste.