Javier Montes

obligación inexorable de saber lo que queremos y la ansiedad de la elección. El libro, la peli, la serie, el podcast correcto

placer se desplaza oscuramente del disfrute de lo elegido a la satisfacción narcisista con nuestra infalibilidad al elegir.

Lo único malo de ver algo de porno [decía Gore Vidal] es que después uno puede querer seguir viendo porno, y al final no querer ver nada sino porno.» Pero incluso el porno más ínfimo, cuando nos atañe –esto es, cuando nos interpela y nos comprometerequiere de nosotros un alto nivel de alerta.