Te equivocas si crees que sólo hay políticos en los partidos, las cámaras legislativas o el gobierno: políticos sin escrúpulos, que sólo ven por sus intereses, abundan en todas partes. Están en laboratorios, talleres, escuelas, sindicatos, empresas, campos deportivos… donde sea se encuentran intrigando. Pero ésos son políticos amateurs y no tan odiosos como los profesionales.