Los que se quedan no saben que al que se va lo empiezan a olvidar las cosas y los seres que dejó. Lo empieza a olvidar la silla donde se sentaba a contemplar el día, lo empieza a olvidar el autobús que tomaba para ir al trabajo, lo empieza a olvidar el cepillo de dientes de todas las mañanas, las camisas y zapatos, la cucharita.