Unas dudas enormes
Tenía una panza enorme
dudas enormes y
una fantasía también
enorme
sobre
lo que podía llegar a ser
la maternidad.
Como un oficio
que no se aprende
nunca
pero que se ensaya
sin tiempo
cuando ya estás
ahí
y no podés hacer otra cosa que
ocuparte
(no preocuparte).
Los últimos meses tenía también
miedo
y le preguntaba a mi mamá
si lo iba a querer
a mi propio hijo.
Se rió
al principio
pero después
con la seriedad que merece
el tema
dijo: -Sí,
quedate tranquila.