Olivie Blake

Cuidado con el hombre que se enfrenta a ti sin armas.

Si a sus ojos no eres tú el objetivo,

puedes estar seguro de que entonces eres el arma.

diez mil millones

No había nada más peligroso que una mujer consciente de su valor.

El problema de ser una chica inteligente era poseer una naturaleza curiosa.

Se trataba de una maldición singularmente perturbadora lo poco que sabía existir cuando Libby no estaba; su único placer era saber que era probable que ella sintiera lo mismo aunque no fuera capaz de admitirlo.

—En el momento en el que te convertiste en mi amigo, te convertiste en mi problema

El mundo era entropía y caos en su mayoría; la magia era entonces orden, era control.

En la mente de Callum, la historia de la humanidad era interesante por los humanos, no por la ciencia. Porque los humanos eran idiotas que transformaban los elementos de la vida en un arma. Lo único interesante que habían conseguido Libby y Nico hasta ahora (según su opinión) era haber terraformado con éxito un modelo en miniatura de la luna, porque eso significaba que la luna podría conquistarse. Alguien trataría de construir Roma de nuevo o comenzar un nuevo Vaticano. Una locura, y por eso era interesante.

En su opinión, los dos eran estrellas binarias atrapadas en el campo gravitacional del otro y fáciles de apagar sin la fuerza opuesta del otro. No le sorprendió reparar en que uno era diestro (Nico) y la otra zurda (Libby).

Somos como somos por lo que tenemos, no por lo que nos falta.