Festina Publicaciones

Las mujeres difieren de otras madres de nuestro grupo taxonómico en el tiempo que les toma formar un vínculo con sus crías

entender que los hijos no deseados están en peligro de sufrir tratos negligentes tan severos que los lleven a una muerte prematura, resalta la necesidad de generalizar el acceso a los métodos anticonceptivos y al aborto.

Una posible respuesta es poner al temible pez bajo la mira de un ente con capacidades de devastación bastante más poderosas. Una bestia cruenta y voraz que no se detenga ante nada. El más terrible de todos los depredadores que hayan caminado jamás sobre la faz de la Tierra. Un organismo despiadado, sanguinario e imposible de saciar. Estamos hablando, claro está, de la carne consciente, el mono parlante. El brutal, efectivo, dedicado y siempre hambriento Homo sapiens.

el imperialismo ateniense tiene su origen en la democracia en la medida que ésta dio nacimiento casi de forma automática como medio de producción a la esclavitud.

La verdadera libertad, como señalaba Mill, residía en el libre mercado porque sólo a través de éste se alcanzaba el bienestar social

Losurdo, un historiador incómodo para el liberalismo, lo resume así: «la esclavitud, en su etapa más radical, tuvo su mayor apogeo durante la edad de oro del liberalismo y en el corazón de las naciones liberales». Es decir, en los países democráticos

La sociedad estadounidense más que ser una democracia inclusiva fue una «democracia racial»: lo que para los atenienses fue la ciudadanía, para los liberales fue el color de piel.

La democracia moderna nace como una ideología marcada por la esclavitud desde el momento en que surge en países de raza blanca que derrocaron el absolutismo; comenzando por los Países Bajos, pasando por Inglaterra y Francia, hasta su auge en Estados Unidos