Es fácil comprender el principio de esa recitacióncreación si nos remitimos a las culturas en las que se ha conservado la poesía oral. Por eso los eruditos se apresuraron a estudiar esas culturas antes de que desapareciesen: en particular, Milman Parry y su discípulo Albert Lord en Yugoslavia. Desde 1933, recogieron más de doce mil textos de recitaciones épicas, con episodios que se reproducen, repeticiones, variantes, innovaciones.
Todo adquirió entonces más vida. Comprendimos mejor el extraordinario poder de la memoria, cuando se ejercita prescindiendo de la escritura