Así, una teoría que intente responder por qué las firmas existen, debe reconocer que los administradores no son los dueños de las firmas, sino que son solo los agentes de sus accionistas. De la misma manera, al analizar los límites de una firma, debemos preguntarnos por los tipos de problemas de agencia que pudiesen ocurrir cuando los administradores toman las decisiones sobre el uso de los activos sin ser sus dueños, y por los efectos de estos problemas sobre las decisiones de inversión y compensación de las empresas