La ley del hábito dice que cualquier cosa que hagas repetidamente con el tiempo se convertirá en un nuevo hábito. La regla es que los buenos hábitos son difíciles de formar pero fáciles de vivir. Los malos hábitos, especialmente las reacciones emocionales, son fáciles de formar pero difíciles de vivir. La mayoría de lo que haces, piensas, dices o sientes está determinado por el hábito, ya sea bueno o malo.