Correr hacia el peligro

El pasado afectaba cómo me movía por el mundo, al tiempo que mi vida en el presente afectaba cómo se movía el pasado en mi interior.

intensidad de conocernos la una a la otra de una manera subterránea, inexpresable, indeleble,

Su mensaje está claro. Esta bebé no necesita una mártir. Necesita una madre que esté bien.

Una cierta duda profunda sobre mi capacidad como ser humano se vuelve realidad.

Busco esa cara que me hizo entender, por primera vez desde que tengo memoria, lo que significa maravilla.

ienso que el ritmo frenético se debía en parte a su apetito insaciable por la vida y un amor genuino por la gente,

Pero si la pérdida de cualquier padre es devastadora, aún no conocí a nadie que viva de forma tan cálida, vigorosa e hilarante como vivió mi madre. Cuando nos dejó, me dejó en la búsqueda interminable de alguien remotamente parecido a ella.

sé que su evasión viene del amor insoportable que me tiene y de una identificación excesiva con mi dolor, ¿por qué entonces me asusta tanto su incesante actividad, por qué me hace sentir tan sola y me enoja tanto? Si sé que su necesidad de mantenerse en movimiento brota de un amor aterrado, ¿por qué eso no alivia mi devastación?

el cuidado perfeccionista que le brindaron rebosaba de sabiduría, creatividad, calma e inteligencia. Es un arte aprendido, ese virtuosismo del cuidar, y ella había sido una excelente maestra).

Lo decía todo de un modo desapegado e intelectual que sugería que el tema le parecía interesante, pero no desgarrador. Luego encontré una respuesta de su hermana que intentaba consolarlo diciéndole: «Estoy segura de que tu Sarah cambiará de opinión y volverá pronto a ti». Pero nunca volví.