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Álvaro Enrigue

Muerte súbita

  • antonio hernandez alvarezhas quoted18 days ago
    La descripción de una obra de arte, como la de un sueño, detiene y vuelve decrépito un relato. Una obra de arte sólo sería contable si modificara la raya que va dibujando la Historia, y si una obra de arte, como un sueño, vale la pena ser recordada, es precisamente porque representa un sitio ciego para la Historia.
  • antonio hernandez alvarezhas quoted22 days ago
    En el infierno, las almas, los libros, son pelotas. Los demonios juegan con ellas.
  • antonio hernandez alvarezhas quoted22 days ago
    Fillide fue el vehículo que utilizó para mover la máquina del arte un paso adelante.
  • antonio hernandez alvarezhas quotedlast month
    Había aprendido que no hay que preocuparse por el destino porque tiene un solo derrotero y es el fracaso: nunca nada es suficiente para nadie.
  • Felipe de Jesús Martínez Garcíahas quotedlast year
    No creo que sea casualidad que, en México, para referirnos a la muerte de alguien digamos que «colgó los tenis», que «salió con los tenis por delante». Somos sólo nosotros mismos, estamos en proceso de descomposición, jodidos. Usamos tenis. Vamos y venimos del mal al bien, de la felicidad a las responsabilidades, de los celos al sexo. El alma de un lado al otro de la cancha. Éste es el saque.
  • betzcclhas quoted3 years ago
    El rijoso pintor barroco Michelangelo Merisi da Caravaggio, aficionadísimo al juego, vivó sus últimos años en el exilio por haber dejado a un contrincante atravesado a espada en una cancha de tenis. La calle en la que sucedió el crimen todavía se llama «via della pallacorda» –«calle de la red y la pelota»– en memoria del incidente
  • Adal Cortezhas quoted4 years ago
    Prueba que la Iglesia católica es una institución sin sentido del humor el hecho de que ningún papa se volvió a llamar Sixto después de él, que fue el quinto.
  • Adal Cortezhas quoted4 years ago
    ENCUENTRO DE CIVILIZACIONES
    Hernán Cortés a uno de sus capitanes en un momento de paz, ambos serenados por el clamor de los insectos en la noche del altiplano: Cuando estos salvajes juegan a la pelota, le cortan la cabeza al ganador. El soldado se rasca la cabeza: Son una raza demoniaca, hay que enseñarles que se le corta al perdedor.
  • Adal Cortezhas quoted4 years ago
    Decía Quevedo:
    Buscas en Roma a Roma, ¡oh peregrino!,
    y en Roma misma a Roma no la hallas.
  • Adal Cortezhas quoted4 years ago
    Había aprendido que no hay que preocuparse por el destino porque tiene un solo derrotero y es el fracaso: nunca nada es suficiente para nadie.
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