Jorge Ibargüengoitia

Maten Al León

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  • enrique paredeshas quoted3 years ago
    hay, enmarcada, una foto que le tomaron a Pereira frente al paredón, momentos antes de morir, y que ahora se vende, en Arepa, como tarjeta postal.
  • enrique paredeshas quoted3 years ago
    En 1926, Arepa tuvo las elecciones más tranquilas de su historia. Nadie votó, y el vencedor fue el candidato único.
  • Felipehas quoted3 years ago
    Lo intenté matar tres veces. La primera, les costó la vida a los moderados, la segunda, a mi novia, y la tercera, a mi mozo, que fue uno de los hombres más extraordinarios que he conocido, y a mi gran amigo de la infancia. Yo, que soy el responsable, me salvo, me vengo a meter en una choza, veo pobres por primera vez, duermo mal, y descubro que, después de todo, los pobres van a seguir siendo pobres, y los ricos, ricos. Si yo hubiera sido Presidente, hubiera hecho muchas cosas, pero no se me hubiera ocurrido darles dinero. ¿Así que qué importancia tiene que el Presidente sea un asesino o no lo sea?
  • Felipehas quoted3 years ago
    Allí fue donde don Tomás Berriozábal, que a principios del XIX dejó la trata de negros, por considerarla incosteable y peligrosa, sentó cabeza, y se dedicó a cultivar café, con tan buenos resultados, que sus descendientes olvidaron la etapa negreril de su historia, y lo han recordado, por más de un siglo, como cafetalero.

    Se suele hacer eso. De pronto la industria, la riqueza o la acumulación olvidan su nacimiento y empieza la historia por donde le conviene

  • Felipehas quoted3 years ago
    no convence a los moderados más tercos, y más moderados
  • enrique paredeshas quoted3 years ago
    El tiro de gracia estuvo a cargo del teniente Ibarra, personaje oscuro, que no volverá a aparecer en esta historia, ni en ninguna otra, porque murió esa misma noche de congestión alcohólica.
  • enrique paredeshas quoted3 years ago
    —Si llega en avión, ganamos las elecciones.

    Porque en Arepa nadie había visto un avión.
  • enrique paredeshas quoted3 years ago
    El Doctor Saldaña, cabeza de sus huestes de medio pelo, cruza, como Moisés, un pestilente y dividido Mar Rojo para llegar al cementerio.
  • Carolina Olivareshas quoted5 years ago
    tres de ellas pescaron resfriado, y un sargento carcelero, gonorrea.
  • Carolina Olivareshas quoted5 years ago
    Juntaron a veinte putas histéricas en la sala morisca, les metieron mano, y les quitaron el dinero que habían ganado con tanto trabajo,
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