Y abandonarte, dejar de ser tan concentradamente tú. El perrigato es un ser vivo: algo que cambia más allá de ti, que distrae tu atención cuando tu atención se centra demasiado en tu desastre. Un ser que suponemos más feliz: que imaginamos feliz de puro simple. Y creemos ser la fuente de esa felicidad: mientras le demos su comida, su atención, sus pequeños paseos, sus juguetes y mimos, el animal será feliz. Impagable, hacer feliz a alguien —algo.
Ser, por fin, capaz de hacer feliz. Tener poder, hacer feliz.
Ser, por oposición, seres humanos.