Viajar ligero

el recorrido perfecto es aquel en el que, al final, ya no tienes nada que dejar, te has deshecho de todo. Y nadie a quien dar, nadie siente dolor por tu muerte. Solo así puedes irte en paz de verdad, igual que se va un soplo de viento:

La vida no es como ha sido, sino como la recordamos.

Tenemos «huérfano» para quien pierde a un padre, «viudo» para quien se queda sin cónyuge, pero el vacío de la desaparición de un hijo es tal que ninguna palabra lo define, como si nada pudiese contenerlo, delimitarlo.

Todo cambia: lo hace el tiempo, el significado de las palabras, incluso el de las emociones.

«hay cosas que hay que respetar» (¿aprisionándolas y olvidándolas?) o «es por el placer de poseer» (¿sin utilizar?).

Simplemente, los que viajan con mochila o una maleta de cabina van más rápido, ligeros, no miran atrás, no han acumulado cosas que corren el riesgo de revelarse inútiles.

A veces, perder es enriquecerse: descubrir que se tenían falsas necesidades, liberarse de cargas y necesidades. Puedes quedarte sin algo y vivir mejor que antes,

Él, por cierto, va mejor vestido que tú

Si crees que importas porque cuando entras en un acto estre

Si crees que importas porque cuando entras en un acto estrechas muchas manos y te reconocen muchas personas, debes saber una cosa: quien verdaderamente importa es el tipo sobre quien se están preguntando con preocupación quién diablos es.