Hannah Conroy quiere ser médico, pero en la Inglaterra de mediados del siglo XIX las mujeres tienen cerradas todas las puertas de la profesión. Al fallecer su padre, Hannah decide emprender el viaje de su vida a Australia, un país en pleno florecimiento, repleto de oportunidades para una mujer como ella. La travesía le traerá peligros y fatigas, pero también el amor, ya que allí conocerá al joven científico estadounidense Neal Scott. Hannah y Neal confían en su amor. pero también en su talento, en la necesidad de forjar sus respectivas carreras. El destino separará sus caminos en un país en el que la libertad y el riesgo son las dos caras de una misma moneda.