En pleno siglo XXI, cuando está en proceso de modificarse la política agraria colombiana, es sumamente pertinente este libro, cuyo objetivo es explicar, a lo largo de varios capítulos y desde diferentes perspectivas, la importancia de la pequeña agricultura familiar para que Colombia logre un buen resultado económico y social, al disminuir la pobreza, la desigualdad y la inseguridad de ingresos y de alimentos. Esto porque esta suma de textos ofrece evidencia sobre el potencial económico y social de esa actividad y sobre las políticas más aptas para promoverla, de acuerdo con las circunstancias, entre ellas las de posconflicto; porque combina la teoría económica pertinente con la evidencia empírica histórica y actual, y con las experiencias colombianas y de países comparables; porque ofrece hipótesis sobre los factores contribuyentes a las deficiencias históricas de la política agraria en Colombia, con base en sus propios intentos de reforma agraria y los de otros países latinos; porque destaca los obstáculos políticos y técnicos frente al diseño de políticas exitosas en esta área, y, finalmente, porque considera opciones como el impuesto presuntivo y el apoyo a las exportaciones de los productos de la pequeña agricultura.