La conexión infinita

¿Podemos realmente pensar sobre el futuro en concreto?

Entonces, admitamos a las piedras a nuestra sagrada comunión, para que la piedras nos admitan a la suya.

Así, las colinas y los valles rompen a cantar,
Y aunque las piedras, humildes, no tengan habla ni lengua,
Mientras los vientos y los riachuelos, inquietos, corren y cantan,
Las piedras se encuentran en un estado de profunda admiración.

Al poner de manifiesto y dar forma a la belleza o al orden estético, la poesía puede mover consciencias, orientándolas hacia un tipo de compañerismo que evite el abuso y la explotación de nuestros semejantes, el derroche y la crueldad.

La ciencia explica; la poesía implica.

describir la cosa con la mayor sinceridad posible.

Dice Mary Jacobus en Romantic Things1: «El discurso regulado de la poesía puede ser lo que más nos acerque a cosas como la voz acallada del objeto inanimado, o la impasible verticalidad de los árboles».

Una forma de dejar de ver los árboles, las colinas y los ríos solo como «recursos naturales» es clasificarlos como seres compañeros: parentela.

¿Acaso no es igual de arrogante decir que las plantas no sienten?

Una red de conexiones, infinita pero localmente frágil, con y entre todo (entre todos los seres), incluyendo lo que solemos clasificar como cosas, objetos.