Y sí, sé que estás aterrada, pero la vida es demasiado larga para tener miedo.
Lanzo un húmedo resoplido.
—Demasiado corta, dirás.
—No. Cuando te pasas la vida arrastrando cuentas pendientes y autoconvenciéndote para no hacer las cosas que quieres, los años se hacen eternos.