Entrerríos se está convirtiendo en un lugar inhabitable. Las cosechas empeoran cada año, la caza escasea, la tierra se pudre e incluso se ha visto deambular a la mujer fallecida de Moneke Gaard. Sus habitantes lo saben pero temen decirlo: un nigromante se ha asentado en La Entraña, al otro lado de las cumbres Quebrantahuesos, y está poniendo en peligro todo cuanto conocen. El hijo de Steur, jefe de la aldea, acaba de desaparecer y un grupo de granjeros saldrá en busca del nigromante. Armados con poco más que cuchillos y martillos, se enfrentarán a un mal incomprensible, mayor de lo que podrían imaginar. Un antiguo secreto, oculto bajo la tierra, por fin despierta.