La solución estaba en la falda
Un año después de que la dejaran ante el altar, Paige Hannover tenía ropa nueva, casa nueva y una forma de ver las cosas totalmente nueva. Estaba dispuesta a darle otra oportunidad al amor… lo que no esperaba era tener que darle esa oportunidad a su antiguo novio, Alex Mack, que estaba empeñado en convencerla de que todo había sido un error, y que nunca había dejado de amarla. Pero Paige no estaba dispuesta a dejarse engañar otra vez: armada con aquella falda que era todo un imán para los hombres, iba a romperle el corazón. Lo que no sabía era que el poder de atracción de la falda funcionaba en ambas direcciones.