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Fernando Del Paso

Sonetos del amor y de lo diario

  • Gonzalo S.has quoted2 years ago
    Malquerencia es la mía, y de mohína,

    que no quiero quererte y sí quererte

    con querencia de muela por la harina.

    Bienquerencia que fuera: bienquererte,

    es quererte aguador de tinta china

    para darte aguacal, y blanquecerte.
  • Gonzalo S.has quoted2 years ago
    Conque verás entonces cómo obligo

    al corazón con él ser como esmero:

    para contigo soy, para contigo,

    para tus hostias soy san panadero.
  • Tamyel [TS]has quoted3 years ago
    Yo pecador, confieso que prefiero
    al pozo virgen, la trillada noria,
    que no te quiero pura y sin historia,
    que sin altares y ángeles te espero.

    Yo pecador, confieso que me esmero
    en no rodearte de una eterna gloria:
    yo te quiero mortal y transitoria,
    transitoria y mortal: así te quiero.

    Yo pecador, te quiero desflorada,
    con sollozos y muslos y agonía,
    con temblores y pechos, con espasmos.

    Te quiero sólo así, virgen de nada,
    así quiero quererte y que seas mía:
    con histerias y risas, con orgasmos.
  • skape45has quoted4 years ago
    Mi corazón mojado solicita

    ser hijo de un paraguas cotidiano
  • enrique paredeshas quoted4 years ago
    Es tan blanca, tu piel, como la nieve.

    La nieve quiere al sol, por lo brillante.

    Y el sol, que se enamora en un instante,

    se acuesta con la nieve y se la bebe.
  • salvador emmanuel cabrera rodriguezhas quoted4 years ago
    Llámate cuerpo a secas, no te esmeres

    en ser de otras palabras el reflejo,

    la oscura huella, su inasible sombra.

    Quédate cuerpo a solas y no esperes

    ser otra cosa que el desnudo espejo

    de la sola palabra que te nombra.
  • Iván Ahtzab Ozymandiashas quoted4 years ago
    Érase que se era un huevo puro,

    un huevo niño, cándido, inocente,

    al que le dio, ya siendo adolescente,

    por ser un huevo de carácter duro.

    Y para hacerse firme, audaz, maduro,

    se dio un baño de tina en agua hirviente,

    mas quebróse al entrar, y de repente

    nuestro huevo encontróse en grave apuro.

    “Derrame yemular, traigan más plasma”,

    dijo el galeno, “inyéctenlo de nuevo”,

    mas oh dolor, no le salvó la vida:

    Le dio fiebre amarilla, flemas, asma

    le dio todo, y al fin el pobre huevo

    murió de enfermedad desconoSIDA.
  • Iván Ahtzab Ozymandiashas quoted4 years ago
    La codorniz, la garza, la marina

    gaviota que se fuga con el día:

    de toda, Ave María, esa avería

    que te ciñe y te baña, te fulmina

    con plumas y candor, que te ilumina,

    te bendice y te llama Ave María;

    de toda esa volátil letanía:

    la paloma, el gorrión, la golondrina,

    déjame ser el ave que te cubra

    como un cisne caído desde el cielo

    con relámpagos blancos y con alas,

    el ave que se asombre y te descubra

    volando, por tu cuerpo, a ras del suelo

    en un viaje sin fin y sin escalas.
  • Iván Ahtzab Ozymandiashas quoted4 years ago
    Una paloma tengo, que corusca

    en mis insomnes noches, que se sueña

    el ave, Ave María, que te preña.

    Una paloma tengo, que me ofusca

    la vida y los sentidos, ciega y brusca.

    Una paloma tengo, que se empeña

    en tener palomar, en una dueña.

    Una paloma tengo, que te busca.

    Cuídate de sus alas, de su canto.

    Si no la quieres bien, no la provoques

    que esta paloma —cuídate— te encuentra.

    Si has de quererla mal, no la ames tanto,

    no la llames ya más, ya no la toques,

    que si ve el cielo abierto vuela y entra.
  • Iván Ahtzab Ozymandiashas quoted4 years ago
    Aplicada la rosa a su elegancia,

    se dedicó a estudiar rosicultura,

    aprendió la ecuación de su estatura,

    y elaboró un teorema de su infancia.

    Y aún hizo más, la rosa, en su arrogancia:

    se doctoró en su propia arquitectura,

    se aprendió de memoria su hermosura

    e hizo una tesis sobre su fragancia.

    Así quedó la rosa cultivada

    tonta de tanta alambicada ciencia,

    de tanto teorizar sobre sí misma.

    Sola quedó la rosa, enajenada

    en el prisma de turbia transparencia

    de un perfumado y pálido sofisma.
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