Rompiendo el cerco mediático
9 de enero de 1959. En la localidad zamorana de Ribadelago se consuma la tragedia. La presa de Vega de Tera no puede contener el agua almacenada y uno de los sectores de la misma se derrumba, el agua se lleva todo lo que encuentra a su paso y arrasa la pequeña población sanabresa falleciendo 144 personas. En plena etapa “aperturista” del régimen franquista, su imagen podía quedar dañada -tanto en el interior como sobretodo en el exterior— si no fuera porque la versión oficial de la catástrofe fue, en un primer, momento silenciar el problema, para posteriormente minimizarlo hasta límites indecentes. Sin embargo, la prensa del exilio señaló rápidamente a los responsables y las causas que originaron aquel desastre. Parece mentira, pero tuvieron que ser medios como España Libre, Mundo Obrero, Solidaridad Obrera o CNT los que informaran de forma fidedigna sobre aquel suceso.
Ejemplos como el presente nos sirven para ilustrar el papel que juega la prensa obrera y alternativa, eso que hoy conocemos popularmente como contra-información. Posiblemente en aquel momento y en aquellas condiciones tan complicadas la denuncia apenas tuvo repercusión alguna. Lo mismo ocurre a día de hoy a pesar de disponer de unas condiciones y herramientas mucho más óptimas. El cerco mediático es tan grande que apenas por momentos conseguimos traspasarlo. Esa es por lo tanto nuestra tarea, como lo fue en aquel largo exilio, haced de nuestros medios un arma arrojadiza contra el poder establecido.