El hechizo del verano

sensibilidad se funde con la mía y se imprime sobre las cosas que veo, y me siento menos sola.

Gente que se comporta, como dice Marguerite Duras, como si hablar del amor ya formara parte de hacer el amor.

Por esas cosas se quiere a la gente. A mi amiga rusa la sigo queriendo aunque esté irremediablemente equivocada.

Pienso que elegir a los amigos es, en el fondo, algo misterioso, lo mismo que el gusto por un determinado autor. Lo que más me gusta de algunas amigas son justamente sus contradicciones, las grietas que las hacen bellas y cercanas

y si estarían a gusto dentro de sus cuerpos.

pensé que son raros los días en que nos ponen en las manos elementos que nunca habíamos tocado antes.

Lo hermoso de las olimpíadas es que parecen juntarse ahí las preferencias de todas las culturas y todos los dioses en materia de cuerpos.

Las olimpíadas son un muestrario de la maravilla humana.

No puedo concebir una actividad más adecuada que el tejido para hacer tangible el paso del tiempo: un segundo menos, un punto más.

lo único que llena verdaderamente el tiempo es perderlo».