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Gilles Lipovetsky

La consagración de la autenticidad

  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted7 days ago
    Como sucede a menudo, la ambición moralizadora es contraproducente debido a los efectos perversos que genera. No mejoraremos con la ilegalización de la mercantilización del cuerpo sexual:62 sancionar penalmente la compra de un acto sexual no es la solución. En lugar de empeñarse en conseguir que los ciudadanos sean virtuosos, ¿no sería preferible tomar la vía del reconocimiento del estatus de «trabajador sexual»
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted7 days ago
    Gracias a esto, el neoabolicionismo tiene como resultado colocar en segundo plano las quejas y voluntades expresadas a menudo por las propias prostitutas. En nombre del bien de estas se ha instituido el principio de penalización del cliente, cuando esas mismas prostitutas critican vivamente dicha ley que a menudo agrava sus condiciones de vida. P
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted7 days ago
    triunfo de la ética de la autenticidad va acompañado del retroceso de las libertades individuales, la extensión de sanciones legales, la represión de actos que antaño la ley autorizaba. En efecto, para estar de acuerdo con la cultura de la autonomía y la realización subjetivas se han establecido medidas de penalización para los compradores de sexo cuyas demandas transforman a las mujeres en «esclavas» modernas.
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted7 days ago
    El ciclo del éxtasis liberacionista ha quedado atrás: es la época del resurgimiento de una forma de neopuritanismo, una voluntad de moralización y control de la vida sexual de los adultos. Ya no son las llamadas libertarias y el levantamiento de las prohibiciones que pesan sobre la vida privada los que están en el candelero, sino la penalización por recurrir al sexo pagado, así como los dispositivos legislativos que condenan cualquier compra de servicio sexual. Debido a este cambio de paradigma, el cliente de una prostituta entra en la categoría de delincuente, se convierte en un fuera de la ley, en «un violador que prostituye» cómplice del sistema criminal del tráfico de mujeres.
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted8 days ago
    En el estadio III de la autenticidad, no se trata solo de cambiarse para estar de acuerdo consigo mismo: se trata de controlar las costumbres, cambiar las mentalidades y los comportamientos, «educar» o «reeducar» al justiciable para que no dañe la existencia auténtica de las mujeres.
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted8 days ago
    acabó la utopía de la emancipación; ahora es el momento de la obsesión penalista y punitiva, del deseo de legislación y represión penal para obstaculizar lo que provoca incomodidad y malestar en las mujeres. La cultura de la autenticidad personal que celebra la self-reliance (Emerson) no cesa, paradójicamente, de apelar a la ley, de exigir más sanciones penales contra los comportamientos masculinos considerados humillantes y agresivos. Cuanto más la individualidad autocentrada reivindica los plenos poderes sobre sí mismo, más se impone el deseo de protección asegurada por la ley y la justicia penal.
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted8 days ago
    Repintada con los colores de la cultura psicológica y terapéutica, la ética de la autenticidad no solo ha favorecido el proceso de victimización de las mujeres, sino que también ha contribuido a desarrollar una sociedad marcada por la fiebre legislativa, la pasión punitiva, la voluntad de definir nuevas prohibiciones y el imperativo de crear nuevas infracciones y nuevos delitos. Es así como con la ley del 3 de agosto de 2018 se creó en Francia una nueva infracción, la «afrenta sexista», con la finalidad de reforzar la lucha contra las violencias sexuales y sexistas. La infracción de afrenta sexista sirve para sancionar el tipo de acoso denominado de calle, que se manifiesta sobre todo a través de silbidos o ruidos obscenos, gestos que imitan o sugieren un acto sexual y comentarios degradantes.
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted8 days ago
    De ahí la idea de que hoy ser uno mismo en femenino deba conquistarse no solo contra la «dictadura» de la opinión pública, sino también contra el dogmatismo del neofeminismo radical y victimario60 que no ofrece las herramientas adecuadas para alcanzar el poder de ser una misma y sobre todo desvía los verdaderos caminos que permiten la self-reliance, la autonomía de la persona, la aptitud para contar consigo misma, el poder de plantar cara a la adversidad apoyándose en las propias fuerzas.
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted8 days ago
    de colocarlos en su sitio. En lugar de la imagen de una mujer conquistadora, fuerte, que planta cara a los hombres, se difunde la imagen de una feminidad impotente, sin control de su suerte. Una feminidad débil, desarmada, que exige ante todo ser protegida contra todo lo que puede ser ofensivo. De tal forma que, en lugar de ayudar a las mujeres a defenderse por sí mismas in situ, de incitarlas a responder directamente a los comportamientos masculinos que las agreden, el nuevo espíritu feminista desarrolla una cultura del resentimiento y la victimización, refuerza el estereotipo de la feminidad débil, vulnerable, sin defensa, cuyo único poder es el de denunciar a posteriori y en las redes la agresividad masculina.
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted8 days ago
    as. A este nivel, el fenómeno #MeToo es menos revolucionario y emancipador que un fenómeno que reconduce los clichés «eternos», los estereotipos del macho dominante y de la mujer víctima, el imaginario social del «sexo débil», pasivo y frágil.
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