Cinco años después, el hijo de Roscoe había crecido lo suficiente como para jugar con el pequeño Benjamin bajo la supervisión de la misma niñera.
Dianela Villicaña Denahas quoted2 months ago
Solo una cosa preocupaba a Benjamin Button: su mujer lo había dejado de atraer. Para entonces, Hildegarde era una mujer de treinta y cinco años, con un hijo, Roscoe, de catorce.