El Prisionero Del Cielo

Piense que un traje de novia es como una escafandra de buzo: no es el mejor sitio para respirar, lo divertido empieza cuando se lo quitan.

En esta vida se perdona todo menos decir la verdad

Los hombres son así, como los geranios. Cuando parece que están para tirarlos, reviven.

Y si algún día, arrodillado frente a su tumba, sientes que el fuego de la rabia intenta apoderarse de ti, recuerda que en mi historia, como en la tuya, hubo un ángel que tiene todas las respuestas…

padre, al igual que mucha gente a la que le tocó vivir aquellos años se lo tragaron todo y se callaron.

Al ver aquel día a mi amigo besar a la mujer que quería se me ocurrió pensar que aquel momento, aquel instante robado al tiempo y a Dios, valía todos los días de miseria que nos habían conducido hasta allí y otros tantos que seguro que nos esperaban al salir de regreso a la vida, y que todo cuanto era decente y limpio y puro en este mundo y todo por lo que merecía la pena seguir respirando estaba en aquellos labios, en aquellas manos y en la mirada de aquellos dos afortunados

Los hombres son así, como los geranios. Cuando parece que están para tirarlos, reviven.

Loco es el que se tiene por cuerdo y cree que los necios no son de su condición.

—No sé ahora dónde leí una vez que en el fondo nunca hemos sido el de antes, que sólo recordamos lo que nunca sucedió... —dijo Fermín.

Los hombres son así, como los geranios. Cuando parece que están para tirarlos, reviven.