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Leslie Wolfe

La chica del Lago Silencioso

  • tatianapinzonacevedohas quotedlast year
    Suspiró y, sin darse cuenta, tocó el lateral de la caja de cartón que había colocado en el asiento del copiloto con unos dedos largos, finos y helados que habrían enorgullecido a cualquier concertista de piano.
  • Claudia Blandinohas quoted36 minutes ago
    Unos días después, tuvo que llevar a Tracy a la ciudad y dejarla libre cerca de algún lugar de Tenderloin. Después de haber visto y enterrado el cadáver de Ann, la niña no paraba de gritar, y eso le volvía loco. Se suponía que los niños no debían gritar; solo la madre lo hacía. Solo los lamentos de la madre calmaban el dolor que lo carcomía por dentro.

    Pero Matthew se había quedado atrás, callado, distraído, como si ni siquiera estuviera realmente allí, negándose a relacionarse con él. No había dicho una palabra desde que se habían llevado a su hermana, ni siquiera después de que Hazel se reuniera con él.
  • Claudia Blandinohas quoted37 minutes ago
    Cuando llegó a la cabaña aquella noche, después de enterarse de lo ocurrido, no bajó corriendo, como solía hacer, para visitar a su última huésped, una rubia despampanante llamada Shannon. En lugar de eso, cogió a los dos hijos de Shannon, Tracy y Matthew, les dio una pala a cada uno y los llevó al barranco para que vieran el cadáver de Ann con sus propios ojos.

    Y lo enterraron ellos mismos.
  • Claudia Blandinohas quoted41 minutes ago
    Todos obedecían las normas. Tracy y su hermano Matthew, Hazel, incluso Ann al principio. Pero Ann era indómita, inquieta, una niña salvaje que siempre buscaba la forma de liberarse del cautiverio. Un día, cuando él no estaba, había conseguido colar su delgado cuerpo por la ventana del cuarto de baño, la única que él no había cerrado con clavos, solo porque era un pequeño agujero en la pared, a dos metros del suelo.
  • Claudia Blandinohas quoted41 minutes ago
    Ese mismo día, cuando entró en la habitación, lo encontró allí, de pie, mirando fijamente el extremo del barranco pedregoso donde había enterrado el cadáver de Ann.

    No era culpa suya que Ann hubiera muerto la primavera pasada.

    La niña no obedecía sus normas, y sus normas eran claras. Podían hacer lo que quisieran, excepto ir al sótano o intentar salir de casa.
  • Claudia Blandinohas quoted44 minutes ago
    Los camiones no engañaban a la gente.

    Algo estaba ocurriendo, y la idea encendió un rayo de esperanza en su corazón.

    Quizá no era el camión el que estaba jugando con la mente de Sam. Quizá era el sudes.

    —Dime, ¿qué hizo la grúa? —preguntó, infundiendo el suficiente humor en su voz para animar a su viejo amigo a abrirse.

    —Es como si estuviera maldita o algo así —replicó Sam, sombrío—. Embrujada incluso.

    —¿Por qué?

    Se rascó la nuca.

    —Anoche, por ejemplo, la dejé con la radio apagada. Estoy seguro, porque se hablaba demasiado de política en la radio, y ya no lo soporto. Pero esta mañana, la radio volvía a estar encendida. —Tragó saliva y la miró por encima del hombro—. Ese cacharro no funciona solo. Son cosas sin importancia, pero me vuelve loco.

    —¿Qué más ha pasado? —preguntó—. ¿Y cuándo?

    —Hace un mes, la dejé con las ruedas rectas, como hago siempre, pero por la mañana la encontré con las ruedas giradas a la izquierda. Todo hacia la izquierda. Verás, cuando subes por este camino, tienes que girar a la izquierda para alinearte con la casa, pero yo siempre enderezo las ruedas, para no tropezar con ellas en la oscuridad.

    Tras acercarse a él, se apoyó en la barandilla del porche, a su lado, y luego miró el camión.
  • Claudia Blandinohas quoted1 hour ago
    —Ella no renunció, en primer lugar —dijo Logan, riendo ligeramente al notar la expresión de Elliot—. Sí, hijo, gran sorpresa, te mintió. Las mujeres hacen eso
  • Claudia Blandinohas quoted1 hour ago
    —¿Puedes hacer algo por él? Eres una federal, ¿verdad?

    —Una federal de permiso
  • Claudia Blandinohas quoted1 hour ago
    —: Interrogaré a los dos agentes del cuerpo que te detuvieron; a ver quién mueve sus hilos. No espero que hablen, pero quiero hacerlo. Tú busca a la doctora Sharp y sigue trabajando en el caso. Esos niños siguen ahí fuera y acabamos de perder un tiempo fundamental.

    —Sobre eso, señor —empezó Elliot, pero Logan le interrumpió velozmente.

    —¿Supusiste que estaba encubriendo las actividades criminales de su padre? ¿Por eso pensaste que ella quería ser parte de la investigación?

    —Bueno, puede que se lo haya dicho a ella con otras palabras, pero en esencia…

    —Eres un idiota, Young; sacaste conclusiones precipitadas. Ella debió decirte que te estaban engañando. Y no escuchaste.

    —No sabemos mucho de ella, jefe. ¿Cuál es la historia por la que dejó un trabajo así para venir a vivir a esta ciudad? Sé que es una exfederal y todo eso, pero ¿la conocemos de verdad? ¿Podemos estar seguros? —Mientras pronunciaba las palabras, se dio cuenta de que estaba seguro. Ella no estaba encubriendo a nadie, y él había sido un gran idiota por pensar eso, ni siquiera durante un solo minuto. Charlene y Texas seguían rondando sus pensamientos, infundiéndole el temor de volver a cometer el mismo error. Había exagerado.
  • Claudia Blandinohas quoted1 hour ago
    ¿Cómo sería el invierno cuando Kay se reuniera con él y Wendy en la cabaña?
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