que tienen cero control, como su altura.
Es bueno escucharlo, pero básicamente equivale a “oye, que buen trabajo teniendo suerte en el departamento de genes”, lo que realmente no crea un impacto. Recuerda, no es algo por lo que hayan trabajado o algo que hayan elegido. A menos que estés elogiando las extensiones de sus pestañas o la forma de sus cejas, lo que obviamente toma esfuerzo lograr, el elogio no llega muy lejos.