Crisis económicas argentinas

Estado empezó a dar precios mínimos a algunos productos (para garantizar rentabilidad frente a la deflación) y se dispuso que los exportadores vendieran sus productos localmente a precios de mercado (sin poder acaparar ni hacer especulaciones). Se establecieron además varios mecanismos para evitar la superproducción y que así los precios no persistieran a la baja.

Incluso la dictadura militar de Uriburu, comandada económicamente por conservadores liberales, debió tomar las primeras medidas en pos del accionar intervencionista

ras las crisis de 1929 el comercio internacional se derrumbó y los distintos países, especialmente las potencias centrales, respondieron con estrategias defensivas: cerraron sus economías, se lanzaron a feroces guerras devaluatorias, subieron aranceles, buscaron limitar los intercambios para proteger sus divisas, y con todo ello, el sistema multilateral de pagos colapsó

El Modelo Agroexportador (MAE) murió con la crisis de 1930, aunque no porque haya sido la crisis más grave de todas –que de hecho no lo fue (ver capítulo 4)–, sino porque el contexto internacional y las condiciones internas del país hicieron que ese modelo económico desapareciera

como en 1905 (revolución radical que secuestró al vicepresidente), 1919 (Semana Trágica) o 1969 (Cordobazo). De manera inversa, existieron crisis económicas sin crisis política, como en 1866, 1913, 1951 o 1995. Incluso más, en ciertas ocasiones las crisis económicas pudieron fortalecer a los presidentes y al ciclo político que dirigían, al hacer que dichos líderes se presenten ante la sociedad como “garantes del orden”, como lo ejemplificó Menem en la “crisis del Tequila” de 1995. Un historiador señaló que Menem “lograría su reelección gracias a esa crisis, más que a pesar de ella” (Novaro, 2009: 473).

interrumpieron el ciclo económico, generaron un freno en la actividad y hubo algunas voces de alarma, la cosa no pasó de allí.

la economía de un país nunca es estática, sino que tiene ciclos: tanto de expansión como de contracción. Así, cuando el nivel de actividad se contrae al menos dos trimestres seguidos, hay acuerdo mayoritario en decir que dicha economía está en recesión.

Es que en este caso, con optimismo, benevolencia y cierta ingenuidad, suponen que las crisis no deben ser vistas como un problema económico que considerar, sino más bien como una solución.

que para las teorías ligadas al liberalismo, ya sea desde su perspectiva neoclásica, marginalista, neoliberal o austriaca, todas coinciden en que las crisis económicas son también inherentes al sistema.

crisis capitalista pregonado por el marxismo no era de tipo económico sino más bien político, y se refería al colapso final del sistema, por lo que esta solo podría operar por vía revolucionaria.