Breve historia de los agujeros negros

La perrita Blackie no entendía que el cielo estuviese

lleno de estrellas muertas, cuando mirarlas la hacía sentir tan viva.

En efecto: en este momento estás orbitando un agujero negro; un lugar del espacio con tanta materia comprimida, con tal densidad, que ni siquiera la luz —que viaja a la velocidad más rápida que existe— tiene suficiente energía para ganar un tira y afloja contra su gravedad una vez que se acerca demasiado.

Joseph Ritter von Fraunhofer vino al mundo en 1787

retrogradación o movimiento retrógrado.

Principia de Newton en 1687.

Galileo Galilei, a quienes acabaron castigando por esa supuesta herejía contra la doctrina católica.

Nicolás Copérnico publicara el postulado, matemáticamente impecable, de que el centro del Sistema Solar era el Sol, y no la Tierra.

gracias en parte al trabajo de los físicos británicos Stephen Hawking y Roger Penrose, y del matemático neozelandés Roy Kerr, que resolvió las ecuaciones de la relatividad general de Einstein

Habría que esperar a la década de 1920 para conocer su auténtica naturaleza: una isla de estrellas por derecho propio, situada a millones de años luz de la Vía Láctea. Este descubrimiento transformó radicalmente toda nuestra perspectiva sobre la magnitud del universo y nuestro lugar en él

gracias en parte al trabajo de los físicos británicos Stephen Hawking y Roger Penrose, y del matemático neozelandés Roy Kerr, que resolvió las ecuaciones de la relatividad general de Einstein en el caso de un agujero negro giratorio. Esto condujo, a principios de la década de 1970,