La celosa de sí misma es una de las mejores comedias de intriga escritas por Tirso de Molina. A partir de los celos, Tirso desarrolla uno de sus más interesantes personajes femeninos. El personaje con enorme capacidad imaginativa y cierta herencia del “curioso impertinente” se convierte en su propio rival por el amor de un galán que resulta ser, a la vez, deseado y rechazado. La celosa de sí misma fue escrita por Tirso de Molina hacia 1621, cuando regresaba a Madrid, su ciudad, tras una larga ausencia, y, para su sorpresa se encontró con una urbe modernizada y sobre todo con la magnífica Plaza Mayor, «construida como por ensalmo, durante su ausencia, de orden de Felipe III, por su arquitecto Gómez de Moya, discípulo de Juan de Herrera —herreriana es la fachada posterior de nuestra Catedral— en el brevísimo término de dos años…"