La vida que no vivimos

como decía Valle Inclán, todos tenemos derecho al alfabeto, y entre la a y la z están todas las demás letras que lo conforman, las que nos permiten escribir todas las palabras posibles para narrar nuestra historia

Algunos seres humanos son personas faro, no se pueden apagar y dejarnos a los demás sumergidos en las tinieblas. Y sin embargo lo hacen. Repentinamente se llevan consigo toda la luz, todo el calor, y nos quedamos condenados a vivir ese invierno, congelados en una glaciación que no solo resulta atemporal, sino también absurda; nos dejan sin mapas de la oscuridad, sintiéndonos abandonados a nuestra propia suerte (la muerte es solo la suerte con una letra cambiada canta irónico Sabina).

Cuando alguien muere no solo se lleva consigo una parte del mundo, también se va una parte de nosotros mismos, de todos, de muchos más de los que pudo haber imaginado que afectaría con su ausencia.

Todo el mundo quiere viajes diferentes,

el que vive al este, quiere ir al oeste,

y el que vive al norte, quiere ir hacia el sur

y yo solo quiero ir donde vivas tú, mi amor.

uno nunca sabe cuándo es la última vez que hace algo que le importa. A veces se nos va la vida esperando el mejor momento para hacer algo que tal vez no haremos nunca.

verdad que me gusta hacer bromas y a veces la gente no las entiende, no se ríen. En cambio en otras ocasiones cuando estoy diciendo algo serio, piensan que bromeo. Lo cual me lleva a aceptar que es algo que me corre por las venas, porque cuando haces el payaso sin querer es que tiene que ser vocacional;

—Mi amigo Sabina, que se sabe el texto total, escribió hace muchos años que el amor es sin celos, la muerte sin duelos, el whisky sin soda y el sexo sin boda.

con decir las cosas no pasa nada. ¡Qué manía tienes tú de callarte lo que piensas!

La vida por delante

Es inútil luchar contra el olvido (destino),

nunca en esta vida se acaba de aprender a perder en el amor,

Nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar, y no de vida y costumbres”.