bookmate game
es
Books
Gilbert Keith Chesterton

El hombre que sabía vivir

  • Manuel Robledohas quoted19 days ago
    —¡Querida! ¡Reflexione! ¿Queda otra cosa que hacer? ¿Qué? –respondió el irlandés–. ¿Qué otra ocupación hay en la tierra para un hombre activo, sino casarse con usted? ¿Qué otra alternativa al matrimonio que no sea dormir? El matrimonio no es la libertad, Rosemonde, yo lo sé. A menos de desposarse con Dios, como lo hacen nuestras monjas en Irlanda, es necesario que se despose usted con el Hombre, es decir, conmigo. Fuera de eso, lo único que le queda que hacer es casarse con usted misma, vivir sola con usted misma (usted, usted, y siempre usted), sola con el solo compañero que nunca está satisfecho y que jamás satisface.
  • Manuel Robledohas quoted19 days ago
    ¿Desgraciada? ¡Por supuesto que será usted desgraciada! ¿Quién diablos es usted para no ser desgraciada como la madre que la trajo a usted al mundo? ¿Decepcionados? ¡Por cierto que llegaremos a decepcionarnos! Por mi parte, jamás espero a ser en mi vida tan bueno como lo soy en este mismo instante. ¡Pues en este instante estoy a cincuenta mil pies de altura, parecido a una torre inmensa coronada de trompetas sonoras!
  • Manuel Robledohas quoted19 days ago
    —¿Los matrimonios imprudentes? –repitió Miguel–. ¡Los matrimonios imprudentes! ¿Quiere usted decirme dónde, en la tierra como en el cielo, hay matrimonios prudentes? ¡Sería como hablar de prudentes suicidios! Usted y yo, ¿no hace ya bastante tiempo que damos vueltas el uno en torno al otro? ¿Estamos algo más seguros que Smith y María Elgris, que se conocen desde ayer? Nunca se conoce a un marido antes de haberse casado con él.
  • Manuel Robledohas quoted20 days ago
    —Pero –dijo la muchacha, sincera– ¿para qué quiere usted que despertemos? ¿Hay algo de lo que tenemos que despertar?

    —¡Tiene que haberlo! –exclamó Inglewood dando media vuelta, presa de una excitación singular–. Es necesario que haya alguna cosa de la que despertar. Todo lo que hacemos no es sino prepararnos para un despertar: su sentido del orden y de la limpieza, mi vida sana y hasta las experiencias científicas de Warner. Estamos todo el tiempo como preparándonos para algo, para algo que jamás llegamos a realizar. Yo aireo la casa, usted la barre, pero, ¿qué sucederá en esta casa?
  • Manuel Robledohas quoted20 days ago
    —Usted sabe –dijo Inglewood con aire ausente– que yo ni fumo ni bebo. Fumar y beber es tomar drogas. Por tanto, me figuro que todas mis manías, mi máquina fotográfica, mi bicicleta misma, son drogas también. Envolverse en un trapo negro, encerrarse en una cámara oscura, es también meterse en un agujero. Yo me drogo cuando me atiborro de velocidad, de sol, de fatiga, de aire puro; cuando pedaleo tan de prisa, que no soy sino una máquina sobre mi propia máquina. Así somos todos. Demasiado ocupados para despertarnos
  • Manuel Robledohas quoted20 days ago
    —No es literalmente cierto –dijo–, pero es verdaderamente cierto. Es, si quiere usted, una alegoría, una sátira social…
  • Manuel Robledohas quoted20 days ago
    Nunca el dinero me ha envilecido.

    —Ha hecho algo peor –dijo Miguel sordamente, pero con voz cargada de violencia–. Le ha hecho creer que los otros son viles. Ha creído usted que todo hombre que se acercaba a usted era fatalmente un cazador de dotes. Jamás ha podido usted abandonarse a su naturalidad, es decir, a la salud. ¡Por eso está usted loca ahora, lo mismo que yo estoy loco, ¡y nos está bien empleado!
  • Manuel Robledohas quoted20 days ago
    —Toda costumbre es mala –dijo Miguel con calma mortal–. La locura no consiste en estallar, sino en ceder; en instalarse en cualquier circulillo de ideas constantemente complicadas; en ser domesticado.
  • Manuel Robledohas quoted20 days ago
    Nunca somos completamente libres, hasta que una institución nos liberta; la libertad no puede existir en tanto que no sea declarada por autoridad.
  • Manuel Robledohas quoted20 days ago
    Cuando son alegres y vigorosos, invariablemente fabrican leyes. Esta observación que es cierta en todas las iglesias y en todas las repúblicas de la historia, no es menos cierta aplicada al juego de sociedad más trivial,
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)