lo que estamos presenciando es un nuevo estilo teatral (teatro PRI), en que la obra está escrita chueca y los actores hablan de perfil, dirigiéndose a un costado del escenario, con el objeto de producir en el espectador la ilusión de que está entre bambalinas, y por consiguiente, en la intimidad y que entiende y ve todo el tejemaneje del asunto.