Sobre un total de 850 originales, Nuestro nombre es piedra se alza con el Premio Alegría 2024, del Ayuntamiento de Santander, por >, según expresó el jurado.
Como un poema río, y a partir de diferentes citas de otros autores relacionadas con la piedra, el libro presenta las constantes del mundo poético de anteriores obras del autor: una honda reflexión sobre la metapoesía, una insistente inmersión en un entorno emocional capaz de transmitir inquietudes existenciales al lector, un tono coloquial — a veces muy en la línea de Wislawa Szymborska (cf. >) — un toque de humor naif e irónico, y, sobre todo, una fluidez verbal y un dominio del lenguaje que sugieren realidades insospechadas y únicas. Un poemario, en suma, sorprendente.