—Nena —susurra, sus manos temblando—. Espero que me ames, porque te amo como loco, y voy a quererte por el resto de mi vida. Intenté mantenerme alejado porque pensé que era lo correcto, pero no puedo. Te necesito, y te amo. Esto no va a suceder dos veces, y no volveré a ser estúpido. Lo prometo.