Hermann Hesse

Bajo las ruedas

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  • Amy Guerrerohas quoted4 years ago
    sentía la satisfacción de creerse incomprendido y aparecía en sus inexorables y despectivos versos monacales como un pequeño Juvenal.
  • Brian Alvarezhas quoted4 years ago
    Toda vida sana ha de tener un contenido y una meta, y ambas cosas estaban perdidas para el joven Giebenrath
  • Brian Alvarezhas quoted4 years ago
    Los retoños del tronco y de las ramas crecen también con fuerza y rapidez, pero siempre Siguen siendo retoños sin llegar jamás a árbol.
  • Brian Alvarezhas quoted4 years ago
    El hombre creado por la Naturaleza es algo incalculable, imprevisible y tenebroso.
  • b2452644275has quoted4 years ago
    Fracasar no sería una vergüenza, pues podía ocurrirle al mejor,
  • Dafne Rebolledohas quoted5 years ago
    bosque. La vista de las flores y de los
  • Dafne Rebolledohas quoted5 years ago
    tiempo, acostumbraba a pasarse horas enteras en el bosque. La vista de las flores y de los insectos
  • poppyhas quoted5 years ago
    sorprendente huésped de la "Helade" era Emil Lucius, un hombrecillo menudo y recortado, de cabellos rubios, tenaz, diligente y seco como un campesino. A pesar de su estatura y sus facciones, no tenía la apariencia de un muchacho, sino que había en él algo de adulto que hacía creer que no iba a crecer más
  • poppyhas quoted5 years ago
    Entre los nuevos camaradas que compartían con Hans el aposento Helade, había cuatro cabezas que demostraban decisión y carácter, mientras las demás no pasaban de ser, en mayor o menor grado, las del tipo común. A las primeras pertenecía Otto Hartner, hijo de un profesor de Stuttgart, talentoso, silencioso y muy reconcentrado en sus propias cosas. Había crecido muy corpulento, iba bien vestido e imponía por su pisar fuerte y decidido.
    Karl Hamel era hijo de un rico juez de aldea del Elba. Para conocerle se necesitaba algún tiempo, pues estaba lleno de contradicciones y repelía su sosiego inalterable ante todas las cosas. Pero luego se echaba de ver que era también apasionado, vivaracho y enérgico. Sin embargo, estas fases duraban poco y no necesitaba mucho tiempo para volver a su anterior flema, de tal modo, que no se sabía si tomarle por un contemplativo reposado o un marrullero redomado.
    Otro fenómeno extravagante, aunque no tan complicado, era Hermán Heilner, un aldeano de la Selva Negra, procedente de buena familia. Desde el primer día se adivinaba que era un poeta y un espíritu selecto, y corría la voz de que había compuesto en hexámetros la composición del examen
  • poppyhas quoted5 years ago
    Flaig como una persona sensata, llana y brutalmente franca, a la que, por su excesiva piedad, muchos detestaban. En las asambleas de los pietistas estaba considerado como uno de los jueces más severos y un brillante exegeta de las Sagradas Escrituras, que llegaba, en su entusiasmo, a recorrer los pueblos vecinos para hablar a los campesinos, pero que en su vida habitual era un pequeño artesano
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