Mi vida es un único día. Y es así como el pasado me es presente y futuro. Todo en un solo vértigo. Y la dulzura es tanta que hace insoportables cosquillas en el alma. Vivir es mágico y enteramente inexplicable. Yo comprendo mejor la muerte. Ser cotidiano es un vicio. ¿Yo qué soy? Soy un pensamiento. ¿Tengo en mí el soplo? ¿Tengo? ¿Quién es ese que tiene? ¿Quién habla por mí? ¿Tengo un cuerpo y un espíritu? ¿Yo soy un yo? «Exactamente, tú eres un yo», me responde el mundo terriblemente.