Pongo todo mi empeño, pero no funciona, siempre acabo hablándole como si fuera una niña y se me rompe el corazón, pues sé muy bien qué tipo de mujer ha sido, sé que ha leído a Doris Lessing, a Sylvia Plath y a Virginia Woolf, que aún está suscrita a Le Monde y que sigue leyendo el diario de cabo a rabo todos los días, aunque solo sean los titulares.