Este libro es el estudio detallado de una impresionante revolución agrícola que tiene detrás un aprendizaje para el desarrollo, una infraestructura para aprovechar el agua de los ríos que bañan la geografía sinaloense, el papel de los ferrocarriles y el avance que representó la red de carreteras, la formación de un mercado de capital utilizado en agricultura que provenía de fuentes nacionales y extranjeras, así como de fondos públicos. Muestra, así mismo, cómo los actores del espacio económico crearon las instituciones que requerían para conquistar el mercado interno y el de Estados Unidos para sus hortalizas, cómo aprendieron a utilizar semillas mejoradas y maquinarias moderna, y sobre todo cómo lograron una gran capacidad para gestionar ante los gobiernos regulaciones fiscales, subsidios e inversiones que les permitieran generar capacidades competitivas en este campo.