Ensayos para una historia de economía doméstica

piedras levantamos una casa. Amor. Hicimos nuestra casa. Amor. No me hables del mundo como un lugar de guerra permanente. Los que sí Y los que no. Amor. Esto no es un monólogo y nadie puede vivir solo. Amor. Así es el juego de la vida en la tierra.

Sigamos y que sea la rebelión, entonces.

LAS METÁFORAS DE LA HISTORIA

En la sociedad capitalista, si una clase goza de tiempo libre es a costa de convertir la vida de todas las masas trabajadoras en tiempo de trabajo.

Karl Marx, El capital

QUERIDO KARL, HE LEÍDO ESA INMENSA CARTA DE AMOR QUE escribiste en 1867, llamada Das Kapital. Una crítica a la economía política. Amor. En qué momento vas a salvarme de este intrincado entramado de relaciones inequitativas que no comprendo. Amor. A costa de quiénes se sostienen esos que miran desde sus balcones la primavera y les arrojan flores a los que van sangrando. Amor. El mundo es lo más real y lo más triste que he visto. Amor. Tengo un país roto que va cayendo y es demencial su descenso que nunca termina. Amor. Esto no es un tratado político sobre las relaciones de dominación entre las clases. Yo no podría. No sabría cómo. Amor. Lo que me queda de paz mental te lo dedico. Ve a la plaza y en medio de ella grítales que sí, que la vida es nuestra, aunque se empeñen en que no. Amor. Ve y diles. Olvídate de interpretar al mundo. Eso ya no. Ahora no. Amor. Frente a nosotros una geografía inmensa. Nuestros ojos se tienden frente a esas piedras y unos cuantos quieren todo el territorio. Aman las fronteras. Hasta ahí, dicen. Amor. Con tres pie

Tanto amor: en los resquicios habitados un día por cucarachas;
las vencimos y ese día fue una fiesta.

A veces perdemos la fé en algún sitio desconocido y poco memorable.
Nada vuelve a ser lo mismo. Es que nada es lo mismo nunca:
la belleza muta en cosas fosforescentes o desvencijadas,
la voz cambia según la hora,
el taxi llega tarde por nosotros.

HAY LUGARES A LOS QUE UNO DEBERÍA ENTRAR PREPARADO PARA
enamorarse, perder o morir,
pero no, hay más posibilidades y simplemente,
uno lo ignora casi todo.

Se trata de coincidir, no importa si llueve o el gas se termina
y siempre, siempre habrá un árbol con una cuerda.
Hay abalorios y asuntos de absoluta importancia,
aunque a veces, lo que no está, ocupa más espacio.

Te invito un café,
pero no me cuentes tu vida.
Hagamos con los dedos una ciudad endeble
con terremotos a la izquierda y un ápice de compasión.
Una ciudad débil sin cuentos ni habitantes.

EL MUNDO SE HA LLENADO DE PAÍSES. LOS HEMOS ATRAVESADO. No todos. Sólo algunos. Cruzamos las piedras y unas cuántas montañas. Infinitamente ellas seguirán ahí. Las miramos y delante de nosotros desfilaron sus nombres.

Nombre primero:

Una porción de tierra. Territorio, le dicen. Lo vimos. Te dije es aquí. Aquí es. Entonces, fuimos juntando piedras. Ordenadas y brillantes cerraron la entrada al vacío, creímos que ahí empezaba y terminaba el mundo. Más tarde levantamos una casa y alrededor todo era lo que siempre ha sido: una búsqueda de libertad, la soledad dándose contra las paredes, la vida cayendo y levantándose.
Construimos una casa y entramos.
No hubo una historia de amor.
No hubo y te lo dije.

DECIR QUE EL CUERPO ES SOPORTE DE LA PROTESTA NO ES DECIR NADA NUEVO

TU CUERPO SOSTIENE AL MUNDO. LO INTERPELA SIN DESCANSO. No hay tregua y no importa. Resiste. Ya Alejandra en 1965 dijo “Que tu cuerpo sea siempre un amado espacio de revelaciones”. Siete años después murió de manera intencional al ingerir una sobredosis de Seconal. Se fue, pero esa es otra historia. Sígueme en lo que te contaba. Alejandra le dio el título de “Revelaciones” a ese poema.

Revelar como descubrir o manifestar lo que estaba oculto. Yo pienso en un cuerpo rebelado. La manifestación de los cuerpos en protesta. Su libertad frente al castigo y la opresión. El cuerpo como mensaje y la revelación de un conflicto en el mundo. El cuerpo capucha, el cuerpo molotov, el cuerpo trinchera, el cuerpo social. La revelación. El cuerpo en el espacio público será siempre entendido com0 un acto subversivo que atenta contra los discursos del poder. No importa, eso queremos.

El cuerpo será el soporte del mensaje: aquí se revela algo.

Mejor la metáfora.

Escribo

Una casa que es un país-un charco que es una casa
una casa vencida. Una casa.

Escribo.

Una casa. Sus señoritas las muertas
(es un poema
mejor la metáfora)
sus señoritas las borradas.

Escribo
una casa.