Macario Schettino se vale de las herramientas que le proporcionan la historia y el análisis económico para identificar y separar los hilos de la confusa maraña que constituye nuestro siglo XX y echar por tierra algunas de las ideas erróneas que los mexicanos hemos aprendido desde la escuela: por ejemplo defender la herencia liberal aun donde ni remotamente existe; creer en la Revolución como proceso continuo y uniforme aun cuando la lucha de Obregón contradiga la de Madero, y el cardenismo las niegue a ambas; la idea de que el México del siglo pasado vio la maduración constante de los frutos del progreso aun cuando el régimen de la Revolución no significó un avance, sino más bien un retroceso, incluso a estructuras propias de la Colonia. Gracias al examen detallado de la cuestión agraria, los movimientos obreros y estudiantiles, las guerrillas, el nacionalismo, el liberalismo y el corporativismo, entre otros aspectos de la realidad mexicana, Schettino articula una fina crítica a las políticas públicas y las luchas electorales del pasado inmediato. Más aún: emite un severo juicio a las explicaciones tradicionales de lo que ocurrió en la centuria pasada y una invitación a estudiar más de cerca ese complejo puñado de décadas cuyos peores errores estamos siempre en peligro de repetir.