Entonces, como dice Hechos 19.19: «Muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata».
Estos hombres que habían estado en el ocultismo quemaron públicamente sus libros. Esto tuvo tres efectos. Primero, confirmó en sus mentes que no había vuelta atrás. Fue una quema de puente que reveló la totalidad de su compromiso con Cristo. Segundo, sacaron de sus casas aquellas cosas de modo que Satanás no pudo mantener un pie en la puerta de sus vidas. Tercero, llegó a ser un testimonio público a Cristo.
Finalmente, para triunfar contra sus enemigos, usted debe dar su vida a Dios en total obediencia. El apóstol Santiago escribió: «Pero Él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros» (Stg 4.6-8).