El eterno femenino

ADELITA: ¿Pos qué no la ve? Panzona, meciéndose muy por encima de todos, llena de dulces, de frutas, de cosas que se deben de regalar, de repartir entre todos. ¡La piñata son los ricos!

Que las mujeres, sin darse cuenta, se pusieran a pensar. El mismo refrán lo dice: piensa mal y acertarás. El pensamiento es, en sí mismo, un mal. Hay que evitarlo.

La gente es capaz de darlo todo con tal de no pensar. Sí, pensar: el gran riesgo del ocio.

La muerte será la prueba de que hemos vivido.

El amor es algo que no tiene nada que ver con la cultura indígena.

EVA (Concentrándose como para hacer cuentas.): Si yo como esa manzana…

SERPIENTE: Habrás demostrado una cosa: que eres libre. Ahora bien, la libertad vale mucho. Pero cuesta mucho más.

no vas a ser distinta de lo que fui yo. Como yo no fui distinta de mi madre. Ni mi madre distinta de mi abuela.

Te dicen “señora”, y nadie te ve nunca con lástima, con burla o con desconfianza, como a las solteronas.

¿Aburridísimo ser decente? Nunca había yo pensado en eso. Sí, creo que sí; pero tiene sus compensaciones.

Cuando una mujer es horrible siempre se le llama virtuosa.