Sin que me diera cuenta, me agarré a la falda de una mujer de nuestra casa que se encontraba a mi lado. Estaba dispuesto a huir de allí con cualquier pretexto. (Desde aquellos tiempos, ésa ha sido siempre la actitud que he adoptado al enfrentarme con la vida. Ante aquello que he esperado con excesivas ansias, ante aquello que he embellecido en demasía en mis sueños previos, lo único que puedo hacer es huir.)