2019 a marzo de 2020. En realidad no es mía la oficina, es de Claudio, que me la presta. La ciudad era un caos de tránsito por las diferentes marchas que hay en diferentes calles y diferentes avenidas. Pero no quiero hablar de eso, porque en el futuro, eso no importará, en el futuro si este libro permanece en alguna parte, sólo importará este tejido de voces que estaba por encima de los acontecimientos de la vida cotidiana y que era, para mí y para los que nos conectábamos semana tras semana, la verdadera poesía